Antes que puedas llamar a esa persona afrodescendiente, altanera, prepotente o incluso creída… déjame situarte en el tema…
“Los mayores son raros, tanto como podían hacerme creer en el instituto los compañeros, o tiempo después, ya crecidita, en el ambiente de trabajo: “Y Tu eres española ¿verdad?” a lo que yo respondía “Así es” luego de rato intentando poner en cuestión al entrevistador, ya que, no parece encajar todo… intercambiamos gustos, pensamientos y formas de proceder… por alguna extraña razón, toda cobra “cierto sentido”, ¿Acaso no debería? Quiero decir, soy una persona y ellos también. Pero es igual, a todo esto… surge el poder hablar superficialmente de lo que sería el racismo, y digo superficialmente, porque me pregunto, que clase de persona le hace un interrogatorio tipo grandes estrellas y minucioso para poder decidir… “Pues para ser negra… eres guapilla”.
Claro algo raro debe ocurrir para que no todo lo que sea negro deba ser feo, en cuyo caso, la piel más clarita… “Pero tu… no eres tan negra…” ay amiga! Si no te ha parecido lo suficientemente desencajado, surrealista o desmedido creo que entonces, sí que hay algo que falla, porque yo he sentido en ese momento que no todo de mí podría ser guapa, o por mi tono de piel, casi debería dar las gracias por ser parte de ese “ Para ser negra…(…)”
Quizá para ser blanco, lo tengas demasiado pequeño: El cerebro, claro.
Por eso me deconstruí, amiga, y llegue a la conclusión de que, no soy un “para ser…” ni un “tu no eres tan…” como si fuera algo medible para pasar la entrada: Se es o no se es. Y me dije: SOY GUAPA, PUNTO.
SÍ, CON TODAS LAS LETRAS, Y EN MAYÚSCULAS PORQUE HAY QUE GRITARLO FUERTE:
¡SOMOS JODIDAMENTE GUAPAS!”
Las mujeres negras somos resilientes, emprendedoras, empáticas y sensibles. Nos permitimos ser cuando toca, y habrá días más altos o más bajos en este sube y baja de la mano de los micro racismos pero lo que es, es:
Porque dejé en manos de otras personas esa posesión y decisión y no, eso ya no va a ser más así.
Encaja, con lo que llevamos diciendo a lo largo de nuestra andadura en Ehòi; un lema que quiere romper con lo establecido y muchas veces, banalizado.