¡Bienvenido o bienvenida, según convenga!
Si algo caracteriza a Ehòi es el hecho de apostar por una salud mental para que todas, nos sintamos dentro y capaces de hacernos sentir bien. ¿Por qué esto? Pues porque tanto en la vida de la integrante K. TURMO como la de su socio, resaltan por los pensamientos, DE TODO TIPO. Porque sabemos cuanto cuesta a veces, seguir adelante o que después de un día duro lidiar con los últimos o primeros pensamientos, pueden ser cruciales y determinar nuestro estado de ánimo.
«Cuando tenía 17 años a menudo me decía y una otra vez “qué tonta soy”, “no lo hago bien”, “no sé hacerlo bien” “no valgo para nada” “no soy nadie” “nunca llegaré hacer nada” “no tengo nada interesante qué contar” “qué gorda soy” “qué fea soy”.
¿Cuántas noches me pasé anotando en mi diario lo que no me gustaba de mí? Lo cierto era que a los 18 comencé a trabajar y estudiar al mismo tiempo. Eso me dio el empujón para darme cuenta de que SÍ, SABÍA HACER COSAS BIEN. Y lo que era aún mejor, sabía poner en práctica lo que aprendía. Pero una mala relación de pareja, una amistad fallida o una riña con los familiares hacía que sacara a relucir la peor parte que había en MÍ: LA PARTE ACUSADORA.
Con el tiempo, y con la ayuda de un terapeuta aprendí algo: decirse cosas bonitas cómo… “¡Un poquito más y ya está!” , “No pasa nada si no es perfecto”, “Mañana será otro día” o “LO ESTOY HACIENDO REQUETEBIÉN”, “ME VEO GENIAL” aumentaba mi autoestima y es cierto que es un camino de fondo, NO TODOS los días te sientes ‘On fire’ pero NO TODOS LOS DÍAS SON UNA AUTENTICA MIERDA. Aprender a identificar esos pensamientos para rápidamente cambiarlos por otros que se ajusten a la realidad refuerza la autestima y cómo te sientes más animada, eso hace que tengas más energía y luches por lo que te gusta. El café es mi aliado, pero sin unas buenas palabras, ejercicio y comida saludable… probablemente, NO estaría hoy contando esta historia, apostando por mis sueños ni consiguiendo todo cuanto me propongo. La verdad es que no es algo que se consiga de la noche a la mañana, mucho menos de golpe.
Es sabido que lo que vemos repetidas veces al final forma parte de nosotras. Cómo un espejo en el que nos reflejamos. Por eso, uno de nuestros lemas que llevamos a fuego es: